domingo, 4 de julio de 2010

-MALAS PARA LA ULTRADERECHA ESTADOUNIDENSE

PARA EL INMIGRANTE, LA XENOFOBIA Y ARIZONA




Obama lanzó un proyecto para legalizar a los extranjeros que viven en Estados Unidos. Una medida clave para los problemas de xenofobia que tiene el país desde hace ya mucho.


El presidente de los estados unidos, Barack Obama, resaltó la importancia que tienen los inmigrantes en el país para el crecimiento económico de la nación. Más precisamente, afirmó que “la nación no sería la misma sin el flujo constante de inmigrantes”. Es por eso que impulsó la reforma del sistema migratorio que, para que se lleve a cabo, necesitará la aprobación no sólo del sector que representa, los demócratas, sino también de los republicanos.

Esta medida es una clara iniciativa para reducir las grandes dosis de xenofobia que hay en la mayoría de los estados del país (como en Arizona, por ejemplo). Y esa xenofobia se ha resaltado en los sectores más ultra conservadores de la sociedad que han aumentado su intolerancia con la llegada del primer presidente afroamericano a la Casa Blanca. Es preciso recordar que Obama no obtuvo mayoría en, casualmente, Arizona.




En su discurso en la Universidad Americana de Washington, el presidente calificó como “roto” y “una gran frustración” al actual régimen que contempla a los extranjeros. "Es este constante flujo de inmigrantes el que ha llevado a Estados Unidos a lo que hoy es", agregó. En su opinión, "los inmigrantes han ayudado a construir y defender este país". No sólo destacó el aporte de los extranjeros para que la economía de los Estados Unidos crezca, sino que los consideró partícipes de los aspectos culturales e intelectuales más destacados de la nación. "Estoy listo para avanzar, la mayoría demócrata está lista para avanzar. Y creo que la mayoría de estadounidenses también está lista", subrayó, con plena conciencia que Estados Unidos alberga a unos once millones de inmigrantes sin papeles. Ese es el objetivo: la formalización y el aparo estatal para con los nacidos en otros países, mal llamados “indocumentados” a pesar de la veracidad del adjetivo.

Lo que hizo Obama en su discurso fue establecer un paralelismo con una ley “antilegales” que está vigente en el estado de Arizona, aprobada en Abril, y que ha sido calificada como uno de los proyectos con más contenido xenófobo que ha tenido el país. Obama criticó esta ley, con los argumento de que está mal enfocada. Qie pone más presión a la de por sí apretada economía estatal y federal, y que les dificulta a las personas que se encuentran de forma ilegal denunciar delitos, algo que “crea un vacío entre comunidades y fuerzas del orden y hace las calles más peligrosas y el trabajo de los agentes de Policía más difícil".



A su vez, no dio tiempos para la aprobación del cambio en el sistema migratorio, pero adelantó que para ello se necesitará el voto de demócratas y republicanos. También se puede suponer que cualquier acuerdo tendría lugar luego de las elecciones legislativas que va a haber en noviembre

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